El control gerencial como sistema de realimentación se entiende como un sistema de control en el desarrollo tareas, actividades o productos, implementado mediante la supervisión y evaluación continua, cuyo objetivo es el mejoramiento consecutivo de los resultados.
Según Koontz, H.; Weihrich, H. y Cannice, M. (2012) "Este sistema coloca la función de control en una perspectiva más compleja y realista que si se la considera sólo como cuestión de establecer estándares, medir el desempeño y corregir las desviaciones. Los gerentes miden el desempeño real, comparan esta medición contra los estándares e identifican y analizan las desviaciones, y entonces, para hacer las correcciones necesarias, deben desarrollar un programa de acción correctiva e instrumentarlo para llegar al desempeño deseado." (p. 501)
En general, el control administrativo se considera como un sistema de realimentación similar al que opera en el termostato de algunos hogares.